Esta sencilla receta ha sido todo un descubrimiento para poder tomar grandes cantidades de ajo sin notar su fuerte y picante sabor. Además, verás que este ajo caramelizado combinará muy bien con otros platos, enriqueciendo tus comidas. Toma buena nota de cómo preparar el ajo confitado para tenerlo a mano de vez en cuando como un «fondo de armario» en la cocina. El autor de la receta es Ottolengui , el chef de moda israelí, afincado en Londres. Sus libros son una delicia en todos los sentidos.
En cuanto a los ingredientes que hoy nos ocupa: Sabrás que el ajo se ha utilizado con fines medicinales desde hace miles de años. Muchas culturas diferentes han aprendido a utilizar el ajo por sus beneficios para el sistema inmunológico y su capacidad para combatir infecciones. Además, el ajo tiene una serie de efectos positivos sobre la salud del corazón: es un alimento vasodilatador gracias al compuesto alicina, lo que ayuda a que la sangre llegue a todos los rincones del cuerpo y que en cierto modo se prevengan las placas formadas por el colesterol. Este efecto vasodilatador también ayuda a controlar la hipertensión y por tanto prevenir enfermedades cardíacas. Además el ajo es diurético, ayudando a la retención de líquidos y tiene efecto bactericida y antiséptico.
Te voy a compartir una curiosidad que he descubierto investigando sobre el ajo para escribir esta receta:
«Los grandes beneficios del ajo se deben a una sustancia llamada Alicina, en 1999 el estudio de S. Ankri y D. Mirelman demostró que dicha sustancia es la responsable de la actividad antimicrobiana, antiviral y antiparasitaria. Sin embargo la Alicina no está en el ajo, o al menos no como tal. El ajo contiene aliína y una enzima llamada alinaza, y al cortarlo estos se mezclan y empieza la magia transformándose la aliína en alicina. El problema es que al cocinarlo se pierden algunos nutrientes y sustancias, entre ellos, la Alicina. Para minimizar la pérdida de esta sustancia, lo único que debemos hacer es una vez que cortemos, machaquemos o procesemos el ajo, debemos dejarlo reposar unos 30 minutos antes de cocinarlo; de esta forma generaremos una gran cantidad de alicina, con esto lograremos que una pequeña parte de esa sustancia llegue a nuestro organismo.»
En cuanto a las coles de Bruselas, qué te puedo decir que no sepas ya…
Las COLES son la verdura de invierno por excelencia. Su nombre genérico en latín es Brassica oleracea. A esta familia botánica pertenece el grupo de verduras con las propiedades más potentes que se conocen contra el cáncer y otras enfermedades: también llamadas crucíferas: las coles verde, lombarda y de Bruselas, el repollo, la coliflor, el brécol y la col romanesco.
Las coles son originarias de Europa, donde han sido apreciadas desde antiguo. Para los romanos eran una especie de vademecum, pues durante 600 años dieron lugar a muchos de sus principales medicamentos.
Junto a los compuestos azufrados contienen también altas concentraciones de nutrientes esenciales. Además ofrecen vitamina C, vitamina A en forma de betacaroteno, ácido fólico, potasio y en menor medida fósforo, hierro, calcio, magnesio y distintos flavonoides.
Entre sus numerosos beneficios resaltar que protegen del cáncer, controlan la presión arterial, equilibran el sistema nervioso, tienen propiedades antirreumáticas, favorecen la absorción del hierro, mejoran el estado de la piel y las mucosas, etc… Sus efectos remineralizantes, depurativos y desinfectantes están comprobados. Aconsejan su consumo dos o tres veces por semana.
Las variaciones de coles que encontramos es la consecuencia de los diferentes cruces (de ahí su nombre, crucíferas) realizados por los agricultores. Sus variaciones dependen de que el cambio se haya producido en la raíz (colinabo), el tallo (colirrábano), en las hojas (repollos, berzas, coles rizadas…) en la flor y los frutos (coliflor, brécol, col romanesco) o en las yemas (coles de Bruselas).
Venga, sin más demora, ponte el delantal, y vamos a la cocina….

INGREDIENTES (para 4 raciones)
- 3 ó 4 cabezas de ajo (según su tamaño)
- 600 gramos de coles de Bruselas
- 2 cucharadas de vinagre balsámico
- 3 cucharadas de azúcar panela (si puede ser, triturada en molinillo)
- medio limón
- 5 cucharadas de aceite de oliva
- 15 gramos de albahaca
- sal y pimienta
PREPARACION
Pela los ajos, los más gruesos los partes por la mitad, y los dejas reposar entre 20 y 30 minutos. Pasado este tiempo, escaldalos en un cazo con agua hirviendo durante 3 minutos. Prepara una sartén con 2 cucharadas de aceite, y añade los ajos escurridos. Frie durante 2 minutos a fuego alto, y remueve con frecuencia. Baja el fuego y añade el vinagre, 1 cucharada de azúcar, 100 ml. de agua y un cuarto de cucharadita de sal. Remueve bien y déjalo a fuego medio con tapa durante 15 minutos. Al cabo de ese tiempo el líquido estará reducido y espeso. Apaga el fuego y reserva.
Con cuidado saca lascas de la piel del limón con un cuchillo o un pelador de verdura; evita la parte blanca del interior. Saca el zumo del medio limón y añade agua hasta un total de 100 ml. de líquido. En una sartén pequeña pon la piel del limón, el zumo junto al agua, 2 cucharadas de azúcar y llévalo a ebullición. Cocina unos 15 minutos, a fuego medio-bajo, hasta que el líquido se haya reducido y espesado bastante.
Mientras tanto, limpia las coles de Bruselas y escáldalas 3 minutos en agua hirviendo. Escúrrelas, córtalas por la mitad si ves que son grandes, (normalmente, las ecológicas suelen ser más pequeñas) y prepara una sartén con 3 cucharas de aceite a fuego alto. Cuando el aceite esté listo, incorpora las coles con un poco de sal y pimienta. Cocina durante 5 minutos removiendo de vez en cuando. Al cabo de este tiempo, añade los ajos caramelizados y con el fuego medio bajo mantenlo todo junto unos 7 minutos más. Las coles deben quedar crujientes pero cocinadas. Cuando apagues del fuego, añade la piel del limón y las hojas de albahaca finamente cortadas.

Un menú completo sería empezar con una sopa ligera (por ejemplo de miso) y acompañar este plato con algún cereal tipo triángulos de arroz integral, croquetas de trigo sarraceno o de mijo o una ensalada de quinoa.
Qué aproveche!!!