Hoy comparto un delicioso paté en crudo que espero te guste.
Soy muy aficionada a preparar patés veganos pues los encuentro muy versátiles en la cocina, se preparan rápidamente y aguantan en la nevera bastantes días.
Estoy segura de que todo el mundo sabe preparar el archiconocido Humus y quien no lo sabe hacer, lo puede encontrar en muchos supermercados ya preparado. En cambio, no se te ha ocurrido antes hacer un paté con semillas de girasol o de calabaza, verdad? Pues yo te lo pongo fácil.
Antes de presentarte la receta, me gustaría indicarte algunos beneficios que te aportan los nutrientes de estas maravillosas semillas.
En su composición encontramos casi un 50% de grasas (ácido oleico y linoleico, es decir, Omega 6 y 3, entre otros), alrededor de un 30% de proteínas, un 13% de carbohidratos; y 7 % de fibra. Además de numerosas vitaminas: (vitamina A, varias del grupo B, Vitamina C (ácido ascórbico) y Vitamina E (tocoferol) y por supuesto minerales (Calcio, Magnesio, Hierro, Zinc, Fósforo, Potasio, Manganeso, Selenio,…)
Entre los numerosos beneficios que nos aporta el consumo de semillas de calabaza (en crudo) y su aceite, destaco los siguientes:
Ayudan a prevenir los riesgos de enfermedades cardiovasculares gracias a sus ácidos grasos poliinsaturados.
Favorecen el sueño y el bienestar a través del triptófano, aminoácido que estimula la producción de serotonina, (hormona neurotransmisora del bienestar) que a su vez, se transforma en melatonina.
Favorece el tránsito intestinal por su alto contenido en fibra.
Tienen propiedades antiinflamatorias gracias a su contenido en cucurbitacina.
Ayudan a retrasar el deterioro de la densidad ósea, por su gran aporte en calcio y zinc, siendo un buen aliado de la mujer en la menopausia.
Es un buen estimulante del páncreas, lo que ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre.
Recomiendo comprar siempre semillas ecológicas y crudas y que formen parte de tus alimentos imprescindibles de tu despensa. Además de hacer este delicioso paté, podrás consumirlas de múltiples maneras: añadiendo un puñadito a las ensaladas, en las cremas de verduras cuando vayas a servirlas a modo de topping, enteras o molidas, tostándolas en la sartén con unas gotas de shoyu y tomarlas como snack, tostándolas al horno (unos 20 minutos a 70 – 80 grados) con sal del Himalaya o del Atlántico sin refinar, etc. Y por último, es interesante lavarlas y germinarlas para eliminar el ácido fítico que tienen la mayoría de frutos secos y semillas y que hace menos biodisponible los nutrientes antes mencionados y pueden provocar digestiones pesadas.
Yo aprendí a hacer esta receta con las semillas crudas y cada vez que la hago se me olvida dejarlas en remojo previamente, pero la próxima vez que la haga, voy a activar las semillas durante varias horas antes de hacer el paté y pondré un comentario sobre el resultado.

INGREDIENTES
100 gramos de semillas de calabaza peladas y crudas
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
4 cucharadas de aceite de sésamo
1 cucharadita de tamari
1 cucharadita de tahín
un puñado de algas dulse o 3 cucharadas de copos de alga nori
una pizca de sal
PREPARACION
Tritura con la batidora las semillas de calabaza con la sal (si tienes un molinillo eléctrico para moler café, te sirve perfectamente). Cuando las semillas estén molidas, añade los aceites, el tamari (salsa de soja) y el tahín. Atención: si has usado el molinillo de café al principio, en este paso tendrás que transferir las semillas trituradas al vaso de la batidora para continuar el proceso.
Si vas a usar algas dulse, conviene que las remojes un minuto antes de incorporarlas a la batidora, y las escurras. Si son copos de nori, los puedes añadir directamente.
Tras triturar todo junto unos tres o cuatro minutos, el resultado será una deliciosa pasta espesa que puedes guardar en la nevera unas dos semanas.
Que aproveche!!!!!!

Magnífica receta!!! Gracias por la idea, sin duda lo haré. Besos
Gracias a ti por acordarte de mi!!!
Super interesante el aporte!!!
Gracias Candela. Acabo de publicar hace un instante nueva receta. Espero que también te guste.
Pica muy fina la hierbabuena y mezclala con el zumo de limon, una pizca de sal y la pimienta. Ralla la calabaza y dejala macerar en la mezcla durante 30 minutos. Pela el aguacate y lo trituras con las pipas de calabaza. Agrega la calabaza macerada y su jugo. Vuelve a triturar hasta lograr un pate cremoso.
Gracias Martina por compartir tu receta!!! Un día de estos la pruebo. Disculpa por no contestar ante, se me pasó tu comentario.