Hoy traigo otra receta muy sencilla y nutritiva. Repito el formato «crema» pero es que en estos días invernales, es lo primero que me pide el cuerpo para comer.
Teniendo como ingredientes básicos las espinacas y los boniatos (alimentos de invierno) se me ocurrió hacer una crema que me encantó y la quiero compartir aquí.
Todo el mundo de cierta edad recordará los dibujos animados de «Popeye» tomando botes de espinacas y recobrando una fuerza increíble que cautivaba a su amada Olivia. Pues bien, esa fuerza de las espinacas proviene de las proteínas, acido fólico (Vit. B9), Vitamina K, fibra y minerales (hierro, calcio, magnesio, potasio) , así como de sus compuestos fitoquímicos: antioxidantes betacaronetos (Provitamina A), flavonoides (luteina) etc…
LAS ESPINACAS son una de las mejores fuentes de magnesio, necesario para el metabolismo energético, el mantenimiento de la función muscular y nerviosa, el ritmo cardíaco, un sistema inmunológico saludable y para mantener una correcta presión arterial.
Estudios científicos han demostrado que el antioxidante ácido alfa-lipoico que contienen, consigue reducir los niveles de glucosa, aumenta la sensibilidad a la insulina y previene los cambios inducidos por el estrés oxidativo en pacientes con diabetes.
Una curiosidad respecto a la clorofila, otro compuesto muy presente en las espinacas y en las verduras en general: Se podría decir que la clorofila es la sangre de las plantas, pues además de ser el pigmento que les da el color verde es la encargada de transformar la luz en energía vital, es decir, la transforma en sus nutrientes a través del proceso de la fotosíntesis. Pues bien, el dato que quería compartir es que la estructura molecular de la clorofila es muy parecida a la de la sangre, con la diferencia fundamental de que en la sangre, el componente central de la hemoglobina es el hierro y en la clorofila es el magnesio.
La única «pega» a las espinacas supongo que es bien conocida: su alto contenido en oxalatos que pueden irritar sistemas digestivos delicados. Tampoco se recomienda tomar en abundancia para aquellas personas con problemas en los riñones (infección, piedras,…) y en el sistema urinario.
Mejor comerlas junto a alimentos ricos en calcio para neutralizar los efectos negativos de los oxalatos.
En cualquier caso, los beneficios de las espinacas son innumerables y sólo deben consumirlas con moderación las personas afectadas por alguno de los problemas mencionados.
En cuanto al BONIATO, batata, o camote, (recibe diferentes nombres) sobra decir que lo introdujo en Europa Cristóbal Colón en uno de sus viaje desde América. Se trata de un tubérculo con una densidad nutritiva muy alta: sus nutrientes son básicamente hidratos de carbono, (compuestos por almidones complejos y azúcares simples) . Pese a su dulzor, su carga glucémica una vez cocido o asado es de 7 lo que indica que la glucosa pasa lentamente a la sangre sin provocar subidas bruscas de insulina.
La variedad de boniato anaranjado, es rico en provitamina A en forma de betacaroteno. También cabe destacar su contenido en Vitaminas C, y otras del grupo B (B6, B5, B1 y B2). En cuanto a minerales, encontramos sobretodo manganeso, potasio, cobre y hierro.
Tiene versatilidad en cocina, pudiendo sustituir a la patata en múltiples recetas: boniatos rellenos al horno, en chips, en crema, al vapor, etc…
Y ahora vamos a la acción:
INGREDIENTES: (para 4 raciones)
1 buen manojo de espinacas frescas y orgánicas
300 grs. de boniato pelado y cortado a cubos
1 cebolla mediana cortada a medias lunas
300 ml. de caldo de verdura (si te gustan las cremas ligeras, añade más caldo)
6 cucharadas de leche de coco
aceite de oliva, sal y pimienta
PREPARACION
Calienta el caldo y cuece durante 15 minutos el boniato, a fuego medio. Mientras tanto, sofríe la cebolla con aceite y sal en una sartén. Añade la espinacas bien lavadas y cortadas al caldo y cuece durante 5 minutos más. Incorpora la cebolla por unos instantes, la leche de coco, comprueba el punto de sal y añade pimienta. Ahora ya lo puedes triturar y a disfrutarlo bien calentito. Como sugerencia para servirlo, puedes espolvorear un poco de levadura nutricional, o semillas tostadas, o un puñadito de germinados, … deja volar tu imaginación.
Que aproveche!!!!
Esta combinación con leche de coco no se me habia ocurrido. La probaré. Gracias!!!!!
Gracias a ti por estar ahí. Esta receta es 100% cosecha mía. Espero que la disfrutes. Un enorme abrazo.